viernes, 12 de octubre de 2007

DANZAS DE JUNIN PERU

LA PACHAHUARA O EL HIMNO NACIONAL DE ACOLLA
DANZA DE ESCLAVOS DE NAVIDAD. Es una fiesta que, sin lugar a dudas, se deriva de la representación cristiana del nacimiento de Cristo y el reencuentro de la "mama pacha".
Hablar de Navidad en el valle de Yanamarca significa referirse a la PACHAHUARA DE ACOLLA
En efecto, el colorido y elegancia de sus vestimentas y la siempre renovada belleza de la música, lo han colocado en primer plano entre sus similares, que constituyen la atracción y la investigación de propios y extraños. Porque LA PACHAHUARA, sirve de marco y estímulo para la expresión del auténtico arte popular y la solidaridad comunitaria. Danza que, como los shapish, no podría ser ejecutada por quienes no sean oriundos del lugar, que la han conservado por años. Solamente los Acollinos pueden expresar, a través de la danza, la transcendencia y el contenido espiritual que fusiona todo un pueblo, heredero de orgullo y tradiciones. Esto indica también que la danza folklórica expresa profunda significación.
ORIGEN: Esta danza que se presenta todos los años entre el 25 y 30 de Diciembre, tuvo su origen en Acolla, distrito líder, en donde nació según el historiador Javier Pulgar Vidal: "EL PRIMER MOVIMIENTO DE EDUCACION COMUNAL EN EL PERU: LA PACHAHUARA".
Surge como recuerdo y perennización del sufrimiento de los negros y esclavos de la hacienda de Yanamarca y se institucionaliza en 1870, esparciéndose por todas las comunidades de este ubérrimo Valle y otros pueblos como Tarmatambo, Sincos, Paca, Huertas, Masma, etc.
Lo que se conoce como negrería, etimológicamente proviene de dos voces quechuas: PACHA que significa tierra y HUARA que se traduce por alba o nuevo amanecer, el significado total podría ser "tierra que amanece" o "el amanecer de la tierra", que fortifica el espíritu por la alegría de la libertad alcanzada.
Explicado de esta manera: "el trabajo sin medida ni tiempo que realizaba y al anunciar la aurora se anunciaba, paralelamente, un nuevo día de esperanza y alegría, ya no de esclavo sino del campesino de hoy y siempre". En la danza de la pachahuara, en conjunto, se aprecia un espectáculo de excepcional riqueza, fuerza telúrica y deslumbrante simbología.
COREOGRAFIA: La coreografía es importante porque representa dos aspectos de la esclavitud. La pasión es lenta y pausada. El pasacalle, que es movido, comprende rápido desplazamiento, ligero movimiento de brazos y pie del danzarín, complementados con pequeños y rápidos saltitos, muy acompasados.
Esto representa, magistralmente, la ESCLAVITUD, con toda su crudeza y realidad y LA LIBERACION O LIBERTAD. Fases que se bailan con música de tonalidad singular y característica única, solamente interpretada con músicos Acollinos o del valle de Yanamarca que conformaban las famosas bandas de este pueblo llamado ACOLLA, TIERRA DE MUSICOS.
VESTIMENTA: Es la más lujosa de la región, de colores vivos de terciopelo, de paño del caso y del cotón, complementados con relumbrante pedrería. Llevan un sombrero de paja fina, adornado en la parte delantera, con un penacho de plumas multicolores. Cubre el rostro de éstos una máscara de charol color negro, cachimba, guantes de cuero de color negro, campanillas y paraguas.
En la PACHAHUARA, no se sabe que admirar más: sí la galanura y originalidad de los entusiastas bailarines, o lo típico de sus tavillos ricamente orlados.


LA TUNANTADA
DESCRIPCION.- Una de las fiestas de mayor resonancia de la región es La Tunantada de Jauja-Yauyos, que se celebra el 20 de enero, en honor a San Sebastián y San Fabian.
Constituye, al igual que la Pandilla, la expresión más pura y cabal de la gracia del "rajatabla" y del espiritu jaujino, impresionando a propios y extraños la orgía de luz, las melodias fermentales que alcanzan su climax en el júbilo y éxtasis popular.

La Tunantada con perceptible influencia colonial deviene de una de las más hermosas, complejas y multidinarias danzas del Valle del Mantaro. Su meneo y su preciosa vestimenta han sido arrancados de las épocas en que los europeos sentaron sus dominios en estas tierras, y sus elegantes pasos deben entenderse como la artificiosa falsificación de las elegantes danzas de salón, que se bailaban por entonces. Entre sus muchos personajes encontramos a los caballeros y a los chutos, las huancas, las jaujinas, las sicainas y los huatrilas, cada uno con sus mejores telas y alahajas.
Su vestuario, siempre suntuoso y nutrido, tienen una amplia gama de componentes: botas, calzones bordados, camisas blancas, chalecos, sombreros con plumas, sacos, pecheras armadas en base a monedas, polleras de lana y sobrefaldones de metal, máscaras talqueadas, entre otros muchos elementos.
Otra característica de esta danza es el acompañamiento musical, casi siempre bullicioso y tumultuoso, que toca al contrapunto en la plaza de Yauyos, distrito de Jauja, donde se realiza este singular baile.

LAS COLLAS
Las Collas, son damas con vestidos ricamente adornados con bordados de oro y plata, que van por las calles de Sapallanga meciéndose de un lado a otro, con sus pañuelos agitándose en el aire, van acercándose al templo.
Bailan en honor a su patrona, acompañadas de los chutos quiénes las cuidan.

LOS AUQUISH Y LAS CHACUAS
Según cuentan las viejitas, antiguamente por estos lugares salìan parejas de enamorados disfrazados de viejitos a realizar inmoralidades.
La estampa es una parodia a ésos viejitos y viejitas, pues el baile es jocoso y hacen demostraciones de agilidad, visitan las casas para castigar a los que no se han portado bien.

LOS AVELINOS
Con ocasión de la CAMPAÑA DE LA BREÑA, durante la Guerra del Pacífico, la población del Valle del Mantaro, WANKA MAYU, tomó parte activa para defender nuestra patria al mando del "Taita" Andrés Avelino Cáceres.
Los pobladores del actual distrito de SAN JERÓNIMO DE TUNÁN, se organizaron y constituyeron el BATALLÓN N° 10 "San Jerónimo", dirigidos por el ciudadano Ambrosio Salazar.
Vestidos de harapos y fingiendo locura, se infiltraron en la línea del enemigo. Es pues, esta gesta la que da origen al baile tradicional y representativo de los "Chalaysantos" y que es conocida como el de LOS AVELINOS.
La vestimenta se compone de tiras negras y colores oscuros. El baile se desarrolla avanzando por las calles con pasos cortos y contínuos giros. El acompañamiento musical, lo realizan los músicos con violín, tinya y cacho.
El vestuario le da la apariencia de un harapiento y menesteroso, razón por la que los pobladores los conocen también como los "huishuitos".
Llevan zapatos negros, aunque otros usan ojotas, saco y pantalón, cubiertos totalmente con retazos de telas de colores oscuros. Hay algunos AVELINOS que se ponen terno de la tela más fina y cara, al cual cosen de igual forma retazos de tela para "ocultar su riqueza".
Asimismo, usan una máscara de diversos modelos, algunos de pellejo, o tela, pero resaltando una nariz roja y larga. Otros, llevan máscaras con cara de venado u otro animal.
Otro de los distritos donde se cultiva esta danza es THUALHUAS
Lo singular de su vestimenta es su colorido alegre, hecho en base a retazos de paños, lonas multicolores, principalmente rojo, verde y amarillo, con máscaras o caretas más sofisticadas y diversas.
Es decir un Avelino más modernizado, que se baila al compás de Bandas de Musicos, durante su fiesta patronal el 23 de Agosto.

LOS CHILCHILPOS Y GAMONALES
El último domingo de enero, de cada año, se inicia la festividad religiosa de tayta niño, en el que los gamonales y los chilchilpos representan dos diferentes clases sociales: los Gamonales, que tienen el poder, y los chilchilpos que representan al pueblo.
Es así, que por la mañana, se dirigen a las oficinas del Concejo Distrital a pagar "su derecho a tirar zumba". A los contrincantes se les da un boleto numerado para poder participar en el zumbanacuy.
ORIGEN: Sobre el origen de esta festividad, tenemos varios relatos mágico - religiosos. Uno de estos relatos, se rrefiere que "El Tayta Niño" que se venera es la imagen del NIÑO JESUS, de Pallallá - Huancavelica, que transformado en paloma blanca bajó a ayudar a los pobres, indefensos y explotados por los españoles.
Los lugareños le ofrecieron varias danzas que no fueron de su agrado. Un buen día, les reveló que se vistieran como los negritos de Huánuco y el aletear de la paloma, los inspiró las tonadas, quedándose así la imagen divina en este pueblo.
VESTIMENTA: La vestimenta de los contrincantes difiere un poco, sobre todo en colores. Los chilchilpos utilizan un casco de caballería de color rojo, muy semejante a los que utilizan los Húsares de Junín, chompa roja.
Los gamonales, usan el casco igual que el otro, chompa celeste, ambos llevan pantalón de color blanco, botas de color marrón, guantes de cuero. Los gamonales llevan capote de color azul oscuro, ambos portan chalinas, máscara de color negro y una huarquilla (vaso hecho a base de cuero de toro)con el cual sirven bebidas.
Llevan, como parte de la indumentaria, la zumba (látigo hecho de cuero de vacuno, cuya medida es de un metro, que en la parte final lleva un parche que al tirar al aire suena como un disparo).
COREOGRAFIA: El núcleo coreográfico está conformado por la devoción mágica religiosa del pueblo, el zumbanacuy, partido de fútbol, precedido, como es tradicional, por la víspera o "huayca", en el que se eligen al negro mayor de los chilchilpos y el de los gamonales.
Después de la misa, ofrecida por los priostes, se realiza la procesión por las principales calles.
Chilchilpos y Gamonales, cargan el anda del Niño Jesús. Los primeros al lado derecho y los otros al lado izquierdo.
Para el zumbanacuy, se realiza una ceremonia que tiene como autoridad máxima al gobernador, quien ha custodiado "las zumbas" durante el año.
El gobernador, después de recomendar a los contrincantes, empieza el sorteo. Luego, arrojará al aire las dos zumbas para que puedan agarrar ambos. Frente a frente, como dos gladiadores, esperan el silbato que dará inicio al flagelamiento en honor al Tayta Niño.
Este ritual está bajo la vigilancia de la Policía Nacional y tiene una duración de 10 segundos.
De acuerdo a los resultados serán felicitados por sus parciales. Este mismo procedimiento se realiza con los demás participantes, que suman entre cuarenta y cincuenta, sacándose el computo final.
Si han ganado los chilchilpos hay alegría y felicidad y el Tayta Niño estará contento, habrá buena cosecha ése año. Si ganaron los gamonales, todo será adverso, habrá sequías continuas, heladas y las cosechas serán malas. Las cuadrillas bailan al compás de la música.

LOS NEGRITOS
La danza consiste en dar dos pasos adelante y uno atrás.
Sus campanillas vibran produciendo un sonido muy característico, que van en su chaleco bordado. Es una danza alegre que representa a los esclavos que libertó Castilla.

LOS SHAPIS: DANZA GUERRERA DE LOS HUANCA CHUPACOS
La fiesta de LAS CRUCES, que se realiza en el mes de Mayo, permite observar esta hermosa danza.
LOS SHAPIS, del 3 al 8 de Mayo, inundan con su colorido y alegre música las calles, barrios y plazas de Chupaca. Danza que no podrá ser jamás, en rigor, ejecutado por quienes no sean oriundos del lugar, que la han conservado por cientos de años.Solamente los chupaquinos pueden expresar a través de la danza, aquello que hace transcendente, que fusiona a todo un pueblo heredero de una larga tradición.ORIGEN: Una extraordinaria historia que cuentan los viejos pobladores de Chupaca, dentro de los orígenes de la danza guerrera de LOS SHAPIS.
Refieren, que cuando los Incas derrotaron al gran ejército Wanka, integrado por los ejércitos de los reinos confederados, Anco-Huaillo, jefe de los Wanka-chupacos, se negó a entregar sus armas y someterse a la autoridad del Inca. Luego se retirò hacia el Huallaga, internándose paulatinamente en la Selva.
Y gracias a ellos, se puede conocer la Región Huarac Tampu, hoy Huánuco. Al retornar a su tierra, luego de haberse concertado la paz con los quechuas, causó admiración y asombro entre los suyos, que fueron recibidos alborozados.
La danza alcanza ciudadanía a fines del siglo pasado en el barrio de "Pincha" y hoy se ha extendido a los trece barrios de Chupaca, que año tras año se disputan la supremacía.
COREOGRAFIA: La coreografía nos indica que es una danza guerrera y las figuras toman nombres especiales, como la cadena simple, la cadena doble. En general la danza tiene tres pasos bien marcados:
1. La caramuza o escaramuza, en la que se realiza todas las variantes de la coreografía, con seis movimientos que muestran la preparación del combate y es posiblemente la parte más profunda y hermosa.
2. La Cachua o Cashua, donde los danzarines ejecutan un zapateo suave y elegante.
3. La Chimaycha o Chimaycheada, que es la fuga con fuerte zapateo que revela la euforia, alegría del danzante expresada en frenético zapateo del grupo.
La parte jocosa la ofrecen los negros o caporales, quienes sirven de apoyo a la danza, con movimientos sarcásticos haciendo resonar el látigo de piel de res, provocando la zumba.
VESTIMENTA: El shapish lleva en la frente una borla de plumaje llamada shupash huayta o maiscapacha.
Anteriormente, se confeccionaba con plumaje de ave llamado paujil. La actual es de pavo real adornada con espejos. La cara es cubierta por una máscara roja con bigotes dorados. Sobre el cuerpo lleva una túnica llamada cushma. Entrecruzadas de pecho, una ancha banda confeccionada por un gran número de semillas, de diversos colores de la Selva, guarnecida con plumas multicolores de aves, caracoles y amuletos.
También llevan un pequeño bolso llamado huallqui. En las espaldas cargan una elegante canastilla llena de frutas artificiales, hermosas muñecas y cintas vistosas que penden en forma vertical.
En la mano izquierda, portan sus flechas llamadas huashi y en la derecha, un hacha estilizada. Debajo de la chusma, sobresalen las blondas del calzoncillo. Calzan zapatos nuevos de buena suela y taco que favorecen a la danza.
Los que hacen de negros se disfrazan con macoras (sombrero amplio de paja), máscara de cuero color negro, saco, camisa blanca y corbata, botas de cuero, un tronador en las manos y pantalón de montar, además, portan una zumba que hacen restallar a cada momento.

LA MAJTADA DE CÁCERES
Esta estampa es una expresión de la alegría ciudadana por la evocación a sus antepasados, que participaron en las batallas.
Vestidos de harapos y al son de cornetas y tambores de guerra, desfilan en forma multitudinaria en un desfile, que arranca de la multitud espectante: risas y carcajadas a montones.